- Dailin Chibas Goico
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La guantanamera Magalys Rodríguez y su digno saludo al Día del Campesino
Con el sobrecumplimiento del plan de carne de cerdo y de cultivos varios, saludó hoy el Día del Campesino, desde su finca El Guayacán, Magalys Rodríguez Guerra, promotora cultural que ha transformado productiva y socialmente una salinizada parcela de tierra, en las cercanías del territorio ilegalmente ocupado por la base naval yanqui.
Ella hizo constar al reportero que esa entrega constituye su aporte al autoabastecimiento del municipio Guantánamo, cuyas autoridades renunciaron al “privilegio” de recibir envíos de otros territorios (léase del denominado balance nacional) y se propusieron satisfacer en etapa no muy lejana, las necesidades de sus 227 mil 535 habitantes, mediante el apoyo de la agricultura urbana y suburbana.
La escasez de tierras cultivable -la mayor parte cedidas al municipio de Manuel Tames, durante los ajustes político-administrativos de 2010-, exige a las formas productivas de la sexta urbe más poblada de Cuba y sus alrededores, el aprovechamiento de los recursos locales y la tracción animal, amén de esfuerzos adicionales técnicos para contrarrestar los efectos de una sequía prolongada, en medio de la carencia de insumos en el sector.
Magalys es uno de los puntales de ese propósito que Joel Suárez Pellé, vicejefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido, calificó como un empeño guantanamero digno de admiración y que Henry Rodríguez Terrero, Presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular ha calificado como la prioridad gubernamental por excelencia.
La usufructuaria de “Guayacán” entregó, como queda dicho, sus 285 kilogramos de carne porcina comprometidoscon esa iniciativa, establecida para garantizar, a nivel del municipio, un per cápita de 30 libras mensuales: 15 de viandas, 10 de hortalizas, dos de granos y tres de frutas, además de cinco kilogramos de carne, como la entregada por ella, o procedente de otras especies de ganado menor.
En 2011, aprovechando las bondades del entonces vigente Decreto Ley 259, de 2008 (relevado cuatro años después por el 300) la guantanamera solicitó 2,10 hectáreas en el lugar conocido como la Jabilla, una comunidad de la árida franja costera sur Caimanera-Maisí, en áreas del municipio cabecera de la provincia de Guantánamo, y en menos de un lustro las convirtió en un paraíso agrícola.
Su reducida fuerza de trabajo, su corta familia, y la necesidad de dominar ese árido pedazo de tierra, enclavada en la zona menos lluviosa del archipiélago, la llevó a convertirse en una consumada agro ecologista, como lo corrobora su ponencia largamente aplaudida en el Jornada sobre la Mujer Rural: Experiencias y Saberes, evento internacional realizado en2014, en La Habana.
Allí la protagonista de este despacho expuso su investigación “Una mujer, al frente de la transformación social y medio ambiental de su predio”, “en la cual hago referencia –acotó- a mis vecinas, que también laboran la tierra y me ayudaron a conformar un círculo de interés sobre materia medioambiental, del cual todas estamos orgullosas y la Jabilla también”.
Por: Pablo Soroa Fernández
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