Un territorio rico en cultura, valores humanos y patrimoniales, y con potenciales rublos agrícolas para la exportación, es la imagen que fortaleció la Séptima Edición del Festival Chocolate Con Café, acogida recientemente en la ciudad de Guantánamo del 30 de noviembre al 4 de diciembre.
Dedicada al 153 aniversario de la urbe como Villa, a la presencia insustituible de la mujer en la actividad agroforestal, y a los 20 años de carrera del destacado artista guantanamero Waldo Mendoza, la ya habitual fiesta cultural se presentó, otro año más, como el espacio favorito para exhibir la idiosincrasia y el desarrollo de la provincia más oriental de Cuba en un solo conjunto.
También saludó el inicio de la celebración de los 20 años de la fundación Lavazza, radicada en Italia y cuarta torrefactora de café del mundo.
Nuevamente el eslogan "amor de chocolate pintado con café" recorrió las principales vías y plazas de la urbe, en cuyos escenarios se presentaron habituales y queridos artistas nacionales como la orquesta Los Van Van, Candido Fabré, Buena Fe, el Septeto Santiaguero, Vania Borges, Haila María Mompié, la cantante española Pilar Boyero y el grupo italiano de rock Malasuerte, con el orgullo autóctono del Changüí Guantánamo, la Compañía Ballet Folklórico Babul, la pianista Lisandra Porto, el Quinteto la Luz, la Orquesta Sabor y Ritmo y el Mariachi Sol Naciente.
Un paso importante hacia el éxito que consolida este año el evento, ha sido insertar entre sus jornadas la Feria Empresarial y de Negocios de productos Bio, BIOCUBA 2023, con la participación directa de más de una decena de altos decisores de la economía, el comercio y la diplomacia en la Antilla Mayor, además de empresarios y medios de comunicación extranjeros.
Esta segunda edición convocó a más de 450 participantes, con foros en los salones de la plaza Mariana Grajales, espacios en las dos universidades guantanameras, y en la feria de productos bio, que desde el boulevard de la ciudad permitió extender, con servicios, una realidad agroforestal en expansión.
Increíble resultó lograr la sinergia comunicativa y de acción entre actores tan diversos, que sentó en los mismos paneles a empresarios, nuevos actores económicos cubanos, mujeres productoras, estudiosos, músicos, profesores, políticos, sujetos todos en una revolución forestal que, necesariamente, debe ser cultural, de pensamiento y acción colectiva.
A través de los doce paneles se vivieron momentos únicos: la creación más el orgullo hacia los científicos y la biotecnología cubana; se habló de resiliencia climática y el reto de adaptarse, ser flexible y aprender de las oportunidades; humor y música también se pusieron al servicio del desarrollo y cultura de las montañas.
Con los numerosos intercambios, que ostentaron un modelo cien por ciento agroecológico ante la mirada internacional, el festival se estableció como la ventana del Oriente cubano al mundo, sin la necesidad de ser identificados únicamente como el territorio donde una ilegal base militar norteamericana ocupa la entrada de la bahía de Caimanera.
Texto: Miguel Gutiérrez Alejo
Fotos: Miguel Gutiérrez Alejo y página en facebook Dirección Municipal de Cultura
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