En el año 2019, la nación experimentó una situación similar y ante ello como primera medida se desplegó un cuerpo estatal de inspectores, con trabajadores de la Unión Eléctrica Nacional, quienes se encargaron de velar porque en los centros de trabajo no se sobrepase el consumo planificado.
Los Consejos Energéticos tanto provinciales como municipales asumieron como tarea primordial el análisis del comportamiento durante el horario pico del día anterior, mientras que especialista de la Onure cumplían el rol de orientar y asesorar sobre las maneras más eficientes de ahorrar energía.
En hoteles, hospitales y frigoríficos, todos con altos niveles de gasto de electricidad, se deberán apagar las luces innecesarias y buscar soluciones creativas para evitar el derroche, sin afectar los servicios básicos de la población.
Relativo al sector residencial, se impone el ahorro obligatorio pues allí se concentra el mayor consumidor de la nación caribeña, sobre todo en el horario de seis de la tarde a diez de la noche. El llamado es a desplazar en lo posible fuera de este, actividades como la cocción de alimentos.
Cualquier otra iniciativa que tribute al ahorro será bienvenida, pues solo con el esfuerzo de todos y con creatividad lograremos superar esta difícil contingencia que vive el país.
Dairon Martínez Tejeda
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